jueves, 17 de octubre de 2013

Thanksgiving Day.

 Hoooola a todos, ¿qué tal? Espero que estéis muy bien, y sobre todo, que todo os vaya bien. El objetivo de esta entrada es que sepáis un poco más de una tradición. Como sabréis, y habréis visto en cualquier serie, el día de Acción de Gracias, es un motivo para que la familia se reúna, cocine durante varios días con antelación para que todo quede bien delicioso, y comparta el tiempo que no pasa a lo largo del año bajo un pretexto religioso. He de decir que ese es mi punto de vista, pero me gustaría profundizar en el tema.
  Acción de Gracias lo celebré el día 13 por la noche. Ese día se celebra en Canadá, pero en América es un mes después, prácticamente. No obstante, aunque fue el domingo, yo el jueves, en el colegio, fui invitado a una cena en la que nos contaban cosas de este día tan especial. Tuvimos en la cena en la que nos explicaban lo que comíamos porque, la verdad, el aspecto no lo delataba. Aquí, evidentemente, la cocina y la comida no es tan buena como en España, y digamos que mis hábitos alimenticios están un poco frustrados. La comida es tan mala que no desayuno, a veces tampoco como, pero luego ceno. En ese aspecto Canadá no es tan perfecto como esperaba, así que volveré a España con un poco de reticencia hacia la comida congelada, tortillas mexicanas, pizza, y hamburguesas.
  Pero bueno, que me voy del tema. El caso es que en el colegio comimos (aunque más bien cenamos, pero a las 6 de la tarde yo como, mientras que los canadienses cenan) el pavo, acompañado de una guarnición de brócoli, de la cual no me preguntéis el nombre. También patatas, más y más guarniciones, que es de lo que básicamente consta la cena, puré de patatas, y puré de boniatos asados. La mitad de los españoles nunca habían probado jamás el boniato, así que ahora que es invierno, aprovechad e id a la tienda y preguntar por ellos. Los metéis tres minutos, mas o menos en el microondas, los pincháis con un cuchillo para ver si están blandos por dentro, y los peláis. Los podéis cortar o hacer un puré. El sabor del boniato recuerda a la patata, ya que ambos son tubérculos, pero el boniato es más dulce y es perfecto para postre, o como guarnición de segundo plato.
  No se si os habéis dado cuenta, pero ahora sabéis una nueva receta que es perfecta para los días fríos y que reconforta hasta el espíritu.
  Volviendo a la cena, también probé la apple cider, lo cual es una sidra de manzana, pero sin alcohol, y no tiene nada que ver con la asturiana. Pregunté por la receta, pero sólo me dijeron que era zumo de manzana al cual se le especiaba, le echaban una naranja en la cual clavaban clavos, valga la redundancia, y ponían a hervir ya que se sirve bien bien calentita. De hecho, sabe a canela insoportablemente, y del mismo modohuele, pero aunque no soy un fanático de esta afrutada especia, reconforta de la misma manera que los boniatos por la calle en un día frío.
  La cena en el colegio estuvo muuuy bien, pero mejor todavía fue celebrarlo con la familia de mi candiense (cuando me refiero a "mi canadiese", quiero decir a mi exchange partner canadiense, pero tanto Lara como yo acortamos y decimos canadiense para referirnos a ellos). El reunirse, vivir Thanksgiving day como una familia canadiense real, es algo demasiado auténtico, os lo digo yo. Saqué algunas fotos de la cena, ahí podéis ver bien.




  Aunque la presentación no es muy buena, hay que decir que todo estaba delicioso.
También os dejo aquí un vídeo del pumpkin pie o pastel de calabaza, ya que era la primera vez que lo probaba. Mi cara lo dice todo, ¿no?

¡Bueno! Creo que gracias a este post conoceréis más sobre Canadá. Recordad que siempre podéis escribir comentarios preguntándome y muy amablemente los contestaré, además de que podéis vivir las aventuras diariamente gracias a Instagram, del cual os delo el link al final del blog. Dadle para abajo, y clickead, y dad a mg para que sepa que lo habéis visto!
  También me gustaría mandarle un mensaje de apoyo a Elisabeth Ndaw, una participante en el intercambio, ya que lo está pasando un poco mal. ¡Ánimo Elisabeth, aquí nos tienes a todos!

lunes, 23 de septiembre de 2013

Hierba helada, amigos, poutine y fin del mundo.

   Voy a haceros un breve resumen de las cosas que han pasado estos días por aquí, sobre todo porque ha sido una muy buena semana y me gustaría compartir con vosotros lo que es esto.i mi cara reflejada en el cristal.
  Pues bien, lo que me gustaría contaros es que el jueves me desperté y nada más correr la cortina vi mi sonrisa reflejada en el cristal. No sé si sois capaces de verlo en la foto, porque la tomé rápidamente antes de irme al colegio, pero me hizo mucha ilusión.

  ¡La hierba apareció cubierta de hielo! Lo que significa que el invierno está prácticamente llegando. Creo que es algo emocionante, pero también debo decir que ese mismo día, tenía Educación Física a primera hora en los fields del colegio, así que no me hizo mucha gracia tener que jugar al football en pantalones cortos y tirándome por el suelo.
  Aprovecho para contaros que el colegio está genial y que me desenvuelvo bastante bien, además de que he hecho muchos amigos que siempre están pendientes de si necesito algo, estoy muy feliz con ellos y con la amabilidad de la gente aquí.
 
Esta es una foto que nos tomamos a la salida.
   Algo típico de aquí es la poutine, que consiste en patatas cubiertas de queso y gravy, una salsa muy popular aquí. Os dejo una foto para veáis como es.

  Algo que me dejó con la boca abierta fue mi plan del viernes. Ese día había amanecido soleado, así que me apresuré a hacer planes para la tarde ya que mi partner iba a ayudar a un amigo por la tarde. Así que hablé con los demás españoles, ya que he conocido a muchos aquí, y unos amigos sudamericanos se ofrecieron a llevarnos al fin del mundo. Literal. Sus palabras fueron: How about going to the end of the world dudes? Que es algo como "Hey, chicos, ¿Por qué no vamos al fin del mundo?". Dicho así fue una proposición rara, pero no obstante no nos amilanamos y nos montamos en un bus y un tren de camino a ese extraño lugar del cual sólo sabíamos el nombre.
  Tras bajar una colina, atravesar un frondoso bosque, y hacer malabares para no caerse (por un camino prohibido, todo sea dicho) cada vez estábamos más cerca.

  Una vez llegamos, lo que sentimos fue el contener de la respiración de todos. Estábamos en el fin del mundo. El tiempo parecía que no pasaba. Era completamente mágico.

  Se trata de un precipicio a gran altura desde el cual, suspendido en altas rocas, puedes ver todo el valle, y el río surcándolo. Allí estuvimos dos horas cantando, hablando, y disfrutando del paisaje. No faltaron fotos del atardecer, del cual pudimos disfrutar antes de irnos.

  En ese momento me sentí ingrávido, me sentí en un lugar mágico y lleno de historia, sentí Canadá como no la había sentido hasta entonces.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Lilian Osborne High School.

  Esta es la segunda vez que intento escribir esta entrada. Resulta que no sé cómo he salido de Blogger, y se me ha cerrado, y me he quedado a medias con prácticamente una entrada escrita.
  No obstante, tecnología aparte, quiero decirle a toda la gente que me lee y que mañana tiene que ir al colegio que tengan mucha suerte y mucha fuerza. No sé si sabéis que yo ya empecé el colegio,  así que me ha parecido acertado (además de que ya tardaba por llegar) postear acerca del instituto.
  Lo primero de todo, es que se llama Lilian Osborne High School y que su nombre se debe a Lilian Osborne, la primera docente femenina que hubo en Alberta. Es un edificio de grandes cristaleras, y numerosas ventanas de tan sólo cinco años de antigüedad que alberga numerosas aulas, una enorme biblioteca, una sala de danza, una clase de música dónde ensaya la banda del colegio, una gran sala de informática, y un taller.             Ah, y sobre todo, algo realmente endemoniado de abrir, taquillas.
  El sistema educativo es completamente diferente. Las clases comienzan a las 9 de la mañana a excepción de los miércoles que comienzan a las 10, y terminan a las 3 y media. También las asignaturas son completamente diferentes, y la distribución también. Seguidamente os presento mi horario y os explico un poco de las clases.
DAY A
  ●First period: Drama.
Es una asignatura que tiene lugar en la sala de baile, y es una de mis favoritas. En ella aprendemos a proyectar la voz, a gestualizar, a expresarnos mejor a nosotros mismos. La escogí porque hablamos mucho, y creí que era clave para una gran inmersión lingüística.
  ●Second period: Learning Strategies.
Se imparte en una clase la cual es un poco peculiar. Es obligatoria para todos los alumnos internacionales, por lo que no tuve más remedio. Resulta que en ella el 97% de los alumnos son asiáticos a excepción de dos madrileños y yo. En ella te enseñan a estudiar y a aprender en inglés.
  ●Third period: French.
Una clase de francés normal y corriente impartida por el profesor de españos que aparte es mi liason teacher, Mr. Sperling. La escogí para al menos acordarme de al menos un idioma y no olvidarlo para cuando llegue a España, ya que Alemán no me lo dejaban escoger.
  ●Fourth period: Spare.
No es ninguna clase. Durante estos 80 minutos quebes lo que duran las clases aquí puedo hacer lo que quiera. Suelo escaparme al Rec Center que hay al lado del colegio, un lugar con cafeterías y pistas de Hockey donde entrenan los Oilers, el equipo de Edmonton. Acostumbro a ir con la otra alumna de intercambio, Lara.
DAY B
  ●First period: Educación Física.
La clase de deporte normal y corriente que se imparte en España sólo que estoy jugando a football. Sólo puedo decir que es un deporte duro y que tiene ciertos parecidos al rugby, no obstante lo encuentro más divertido.
  ●Second period: Applied Graphic Arts o AGA.
Todo el mundo se refiere a ella por Photoshop. Se imparte en el aula de informática, y enseñan a usar el programa que acabo de mencionar. La encuentro realmente interesante, y la escogí porque me encantaba la idea de estudiar algo que me encanta.
  ●Third period: English.
Clase de inglés obligatoria para todos los alumnos. Es la clase más difícil que tengo, porque se trata de escribir y expresar ideas, organizar y sintetizar la información, etcétera. Para esa clase tuve que pintar una bolsa de papel, y hacer un examen incomprensible. No obstante, es estimulante de ver que día a día mejoro.
  ●Fourth period: Social Studies.
Es lo que se traduciría por una clase de geografía que especialmente trata de globalización. Me pareció interesante aprender acerca de Canadá y de su forma de pensar y de ver el mundo, aparte de que me encanta la geografía. Claro que cuando te mandan de deberes completar 12 mapas... dudas. No obstante, me encanta, y he aprendido el mapa de Canadá.
Pues bien, este es mi horario. Los días A y B se intercalan. Mañana me toca día A, y debo confesar que es mi día favorito. Bueno, espero que mañana sea para vosotros un día tan bueno como para mí, que por cierto, muchos de vosotros estáis empezando a vivir. Buenas noches para mí, y buenos días para vosotros.

martes, 3 de septiembre de 2013

La cosa va de aviones (II)

  He decidido partir esto en dos para que no fuera tan difícil tanto para vosotros leer como para mí escribir. Pues bien, en el último post, hablé de todo lo que hice y sentí anteriormente a embarcar. Como dije, todos estábamos que no nos lo creíamos. Cuando nos hicieron pasar, debo reconocer que todos nos quedamos asombrados. Estábamos en uno de los aviones más grandes que había visto en mi vida, y además tenían un pequeño iPad delante de cada asiento con muchísimas películas, series, y música. Además, ofrecían información acerca del tiempo que quedaba, y cosas como esas. Sólo lo usamos las tres primeras horas, porque luego nos aburrimos y empezamos a hablarnos y a cambiarnos el sitio para conocernos mejor los unos a los otros. Yo tuve el gusto de conocer más a una chica que va a mi mismo instituto, que se llama Lara, con la que ahora mismo estoy hablando, y a la que mando un beso muy fuerte porque los dos estamos muy nerviosos ya que mañana empezamos en el Lilian. No obstante, os dejo su blog también: blog de Lara.
  Aparte de a Lara, conocía a muchísima más gente con la que estreché lazos.




 


  Como podéis ver, nos lo pasamos muy bien. Eso sí, aproveché para sacar algunas fotos que luego posteé en las redes sociales.


  Después de estas horas, que entre todos fueron amenas e incluso rápidas, llegamos a Nueva York. Yo creo que nadie era realmente consciente de ello, porque era como cuando estábamos en Barajas. Siempre me lo imaginé diferente, aunque también es verdad que es difícil decir algo si realmente donde has estado ha sido en el aeropuerto. Pero bueno, yo veía el skyline y Manhattan y eso era fantástico.
  Acortándoos la historia, estuvimos seis horas en el aeropuerto al lado del McDonald's pillando (?) wifi. Creo recordarlas como las seis horas más largas de mi vida.
  Allí fue donde me cobraron 4.65 dólares por una tónica.
  No obstante, conforme la hora iba pasando, y con el cambio de hora, ya empezábamos a estar exhaustos. En cuanto embarcamos todos en el avión a Edmonton, caímos rendidos y sólo nos despertamos a rellenar unos papeles para entrar en Canadá. Tengo una foto de la ciudad de Edmonton que, aunque no tiene demasiada calidad, es bonita, para mí al menos.



  En cuanto nos bajamos del avión, allí eran las doce de la noche, y en España los más madrugadores empezaban a levantarse. Tuvimos que retrasar el reloj todavía dos horas más.
  Pasamos una especie de control donde teníamos que presentar los papeles y un tipo nos los tenía que firmar. Por favor, mucha atención a este hecho.
  Resulta que para salir por la puerta del aeropuerto había que entregar el papel. Pues bien, tanto yo como Marta como responsable legar mío, tuvimos que retirarnos de los demás porque a todos les estaban dejando pasar menos a mí. ¿Por qué? Simplemente porque el que me había firmado los papeles me había hecho una señal rara en el mío solo.
  Fue entonces cuando me frustré. Estaba en una cola con gente a la que le abrían la maleta y le sacaban comida y cosas como esas. Precisamente, era yo el único que no llevaba comida en la maleta, los demás llevaban moscovitas y demás delicias asturianas. Pero bueno, quince minutos después de que me atendiesen, se me quedaron mirando raro y fueron a la puerta a preguntar porqué me habían mandado a la cola. Algo confuso, pero al fin y al cabo, fue un malentendido. Con las disculpas en los oídos se abrieron las puertas de mi nueva ciudad. Olfateé el aire frío, y vi a mi familia con un cartel de "Bienvenido Alex Cfuentes" escrito a rotulador y con una foto de Edmonton. Sonreí y fui hacia ellos. Me llevaron hasta casa hablando, Breck, mi hermano canadiense, y Debra, mi madre por tres meses por la autopista contestando a mis vagas y mal formuladas preguntas. En cuanto llegamos a casa, apenas supe dónde estaba mi habitación. Caí en la cama prácticamente con ropa.


  Os dejo una foto de nuestros últimos momentos en el aeropuerto de Edmonton, antes de que me arrestaran.






La cosa va de aviones (I)

  Si hace mucho que no escribo espero que me disculpéis. Quiero que sepáis que he preferido que pasase un tiempo por dos razones: si lo hacía nada más llegar, no hubiese sabido por donde empezar, y la otra, que no ha dependido directamente de mí, es que pasamos casi todo el día fuera de casa.
  No obstante, he pensado dedicar este post al viaje en avión. En el anterior os dije que mis compañeros viajaban la noche anterior hacia Madrid y que yo era el único que se unía al grupo al día siguiente. Si no lo dije, lo digo ahora, como dije antes, ya pasó tiempo.
  Pues lo que os cuento. Esa mañana me desperté a las ocho de la mañana y mis padres me invitaron a desayunar. Apremié para viajar rápido al aeropuerto, y cuando estuve allí, cuando vi a todo el grupo sentado en el suelo sonriéndome, supe que no había que sentir inquietud. Mientras que esperaba la cola para facturar la maleta, contesté las preguntas de una azafata malhumorada acerca de si llevaba armas, que qué aparatos eletrónicos llevaba, y demás cosas, y me despedí de mis padres sin llorar (lo cual es sorprendente).
  Siempre me ha gustado estar en los aeropuertos. Vale, bien, creo que ese día tuve suficiente y me voy a mantener alejado de ellos hasta que vuelva. Resulta que yo llevaba puesto justo lo que más pesaba, entre lo que se incluían unas botas de caña alta. Bastó con una mirada y un gesto, para que comprendiese que me las tenía que quitar. Pues bien, me senté en el suelo y comencé a forcejear para quitármelas, y pasé por el arco.
  Pitaba.
  Me puse nervioso. Vino Marta, es decir, nuestra responsable, después de que yo hubiese avisado a mis compañeros a gritos en medio de Barajas. Con la cara muuuuuy roja. El caso es que le pidieron permiso para cachearme. 
  A la voz de "¡Paco, cachéale!" aprendí lo que era la vergüenza y qué era lo que pitaba. Resulta que te tienes que quitar las riñoneras portaobjetos. Ups.
  Pero bueno, después de pasar por aquello nos estuvimos riendo un buen rato porque según resulta, mi cara era graciosa.
  Después de que hasta el último de nosotros hubiese acabado, mis compañeros desayunaron, porque a todo esto eran las 10 y llevaban desde la una y media de la mañana sin comer/dormir nada.
  Poco más puedo decir de aquello. Estar entre cristales y ver nuestro avión nos llenaba de ilusión y esperanza de lo que sería la nueva aventura en la que íbamos a embarcar.

lunes, 26 de agosto de 2013

One left.

  Mi panorama esta mañana era deplorable.
  Llevo en pie desde las 7 de la mañana y me he pasado seis horas intentando tener el cerebro ocupado con alguna cosa. Intento fallido completamente. De hecho, la lectura y yo somos como dos muñecos intrínsecos, y precisamente hoy es imposible que lea. Despúes de esas agónicas y calurosas horas camufladas en un viaje en coche viendo pasar campos de girasoles, de trigo y cultivos en general, y después de mirar en la pantalla del reproductor de vídeo las que intuyo,serán mis últimos vídeos en español, he llegado a la capital. Yo creo que el nerviosismo no ayuda a asimilar la friolera, por decir algo, de los 36 grados que matan a los pájaros.
  Tras frustrarme revisando todos los documentos, repasando todos los datos, sólo pido que tanto el día como la noche pasen rápido, y también dormir esta noche.
  Mañana a las nueve de la mañana llegan mis compañeros,  los del intercambio, que salen desde Oviedo a la una y media de la mañana (al menos yo puedo dormir en una cama y no en los asientos del Alsa Supra).
  Tal y como soy yo, allí estaré a las nueve menos cuarto.
  Con mi maleta.
  Y mis nervios encima, exhibiéndose en mis uñas.

  PD: aunque veáis un carácter aprensivo en este post, todo se debe a los nervios que tengo.

lunes, 29 de julio de 2013

Primera entrada.

-¡Vaya oportunidad!
-¡Qué tremendo! ¡Aprovéchalo al máximo!
-¡Ya verás qué bien te lo pasas!

  Pues sí, estoy seguro de que me lo voy a pasar genial, que es maravilloso, que tengo que aprovecharlo y que es una oportunidad única, pero me siento un tanto confuso. Para empezar, las exclamaciones de ariba son las frases que más he escuchado últimamente. No digo que no lo sepa, ni que no lo agradezca, sólo digo que alimentan más y más mi nerviosismo.
  Mi nerviosismo se debe a que voy a hacer un viaje a Canadá, unas nueve semanas, a vivir con una familia y a estudiar un idioma. Esto se traduce por una estupenda oportunidad para aprender el inglés (ya que voy a la zona en la que se habla ese idioma) y estrechar lazos con gente diferente que evidentemente me enriquecerán como persona. Yo eso no lo niego, pero estoy endiabladamente nervioso.
  Mi destino no es otro que la capital de la provincia canadiense de Alberta, Edmonton. Una ciudad de la cual estoy seguro, completamente seguro, de que será diferente a la mía también, total y absolutamente diferente a lo que estoy acostumbrado.
  Y mi estado nervioso se debe al cambio.

Páginas